Tres años han pasado desde que Epic Games —los chicos que lanzaron Fortnite— demandó a Apple y a Google. Acusó a ambas por sus tiendas de aplicaciones: según ellos, eran un monopolio en toda regla. Con Apple la cosa salió bastante mal: los jueces que trataron el caso decretaron que la App Store no era un monopolio. Ni
a la primera, ni
a la segunda.
Sin embargo las cosas han sido muy distinta en el juicio entre Epic Games y Google. Esta semana el jurado ha emitido su veredicto y
ha encontrado a Google culpable de todos los cargos. Por ejemplo, que Google usó prácticas competitivas con las pasarelas de pago y la distribución de las aplicaciones, y que además existe una relación ilegal entre Google Play y los sistemas de pago que se usan en su tienda.
Google va a apelar, pero a priori parece que tendrá difícil que la sentencia cambie. Estos juicios suelen permitirnos descubrir cosas sobre las Big Tech que de otro modo jamás sabríamos, y desde luego ha habido
unas cuantas sorpresas en esta lucha legal. Por ejemplo, que tratar de crear una alternativa a la Play Store es realmente difícil en Occidente. Activision lo intentó, pero Google la frenó
a golpe de talonario.
Queda por ver qué impacto tiene realmente la sentencia, pero esto abre las puertas a una liberalización del mercado de las aplicaciones móviles. Podríamos ver alternativas en cuanto a pasarelas de pago —para que Google no se lleve su 30% de comisión—, pero también alternativas a la propia Google Play Store. Aquí Epic Games parecía el David de la batalla contra Goliat, pero
no es en absoluto una santa: ella también le pone las cosas difíciles a sus competidores.
Las cosas se ponen interesantes de cara al futuro, y de hecho este precedente hace que aquella victoria legal de Apple
ahora está en entredicho. ¿Logrará Epic darle la vuelta a ese caso?
Todo parece posible tras este singular veredicto.
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