Celebramos esta Xatakaletter número 200 —cómo pasa el tiempo— con un tema que desde luego llama la atención. Tesla, la empresa que revolucionó la industria automovilística y nos enseñó que el futuro del coche podía ser muy eléctrico, está en horas bajas. Mucho. Tanto que el fabricante chino
BYD le ha adelantado por la derecha y en los últimos tiempos está cogiendo el testigo como el fabricante de referencia en este mercado.
Eso se nota en la creciente popularidad de los BYD, pero también en sus avances tecnológicos. Estudios recientes revelan que
sus baterías son mejores que las de Tesla, pero es que además acaban de lanzar una nueva tecnología de carga rápida que plantea "llenar el depósito" tan rápido como lo hacemos en coches de gasolina.
No se recuerda una amenaza para Tesla como la que ahora plantea BYD. Elon Musk, que
calificó al Tesla de 25.000 dólares como una "idea absurda", ahora lo necesita para poder competir en China. Sus ventas allí no arrancan —guiño, guiño—, y la empresa necesita ese modelo asequible.
La marca china no para además de acercarse a grandes acuerdos en países como España, que podría llevarse el premio gordo y contar
con una nueva fábrica de BYD. La empresa ya ha dejado claro que tiene ganas de empezar a fabricar en México, pero tema el
espionaje industrial de EEUU.
Tesla está justo en el lado opuesto: se ha convertido en un pararrayos ideológico por culpa de las
ambiciones políticas de Musk. Las acciones de la compañía, que subieron de forma notable tras la elección de Donald Trump como presidente de EEUU, han acabado
cayendo en picado y son muchos los que critican cómo Musk parece haber dejado la empresa a la deriva. Malos tiempos para Tesla, desde luego.
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